viernes, 2 de mayo de 2014

CAMBIOS DE ROL Y VALORES EN CÁNCER DE MAMA

Ha sido una gran alegría para mí la publicación de mi artículo Cambios de Rol y Valores en la revista Geysalus. Es una revista que edita GEICAM (Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama) y está dirigida a todas las mujeres y familias que sufren esta enfermedad. Con ello, pretendo ayudar en la buena integración de los cambios que se producen para toda la familia. 

Y de repente llega la enfermedad a tu vida, sin previo aviso y tan inesperada que todo tu mundo cambia. Tus proyectos y tus sueños dejan de ser prioritarios y ahora es momento de centrarse en lo que viene, un nuevo camino, desconocido y lleno de obstáculos, que junto a tu familia vas a ir superando y tendrás que ir adaptándote y buscar una nueva normalidad. Conocerse como portadora de cáncer desencadena una reacción psicológica de crisis vital en la que surgen conflictos interpersonales, se deteriora la capacidad de relación y seguridad en uno mismo y se dificulta la toma de decisiones.
A partir de ahora el papel de madre y pareja que has ejercido va a cambiar, a la vez que también lo hará el desempeñado por tu familia. Durante el proceso de enfermedad, la familia va a vivir ciclos repetitivos de rabia, desolación, falta de control, desajuste y una nueva adaptación. Es totalmente natural e incluso puede suponer una oportunidad para el fortalecimiento, la recuperación y comprensión de las necesidades y expectativas de cada miembro de la familia.
La reestructuración y reorganización del sistema familiar plantea desafíos importantes para todos los miembros y asumir nuevos roles no va a ser fácil. Las mujeres que se hacían cargo de todo, que asumían los problemas cotidianos o que siempre habían ocupado la función de proveer los cuidados pueden tener más dificultad en adaptarse a un papel más dependiente. Y las personas que nunca han ejercido estos roles pueden tener más problemas para responsabilizarse y proporcionar cuidados a su ser querido. Por ello, hay que entender el esfuerzo que toda la familia está poniendo en adaptarse a esta nueva situación y que supone un proceso de aprendizaje y entendimiento mutuo.
Desde el momento del diagnóstico hay que tener en cuenta las necesidades y preocupaciones de la familia, por lo que es fundamental una buena comunicación que facilite la expresión de sentimientos y tensiones y, favorezca la reasignación temporal de nuevos roles. La comprensión de los posibles cambios puede ayudar a tomar medidas para fomentar las relaciones sanas y el apoyo mutuo durante este tiempo.

Contigo misma. Acepta los cuidados que te dan tu pareja y tus hijos. Para ellos también es importante sentir que te ayudan. Pero a veces sucede, que vuestra familia o tú tenéis una conducta muy sobreprotectora o controladora con el otro. Tu familia puede tener todo el control en la comunicación con el equipo médico e incluso saber más que tú sobre los detalles del diagnóstico y el tratamiento. Este acto tiene como finalidad evitarte preocupaciones, y es una muestra de cariño y protección hacia ti, pero mal dirigido. Mal dirigido porque os puede generar frustración y soledad al no compartir las decisiones. Esto puede afectar a la propia autoestima y si no estás de acuerdo con este pacto de silencio, habla con tu familia, muéstrale tus verdaderos sentimientos y conoce los suyos. Estableced juntos la forma en que queréis implicaros en las decisiones sobre el tratamiento, los cuidados y otros temas.
La continuación del artículo en el siguiente enlace: http://www.geicam.org/images/stories/recursos/revista/2014/Geysalus_23.pdf#page=15