viernes, 22 de noviembre de 2013

PROGRAMA DE EDUCACIÓN PARA LA SALUD PARA PACIENTES ONCOLÓGICOS

Hace tiempo que no publico en el blog y de nuevo lo retomo para hablaros acerca de un proyecto que estoy realizando en colaboración con las fisioterapeutas de la clínica Ruber Physios aquí en Madrid. Son unos talleres gratuitos que impartimos desde la clínica para pacientes con cáncer, familiares y todo aquel que quiera venir. Nuestro objetivo es conseguir la participación activa de los pacientes en sus cuidados y mejorar al máximo su bienestar y calidad de vida. Con el Programa de Educación para la Salud queremos atender las distintas necesidades que van surgiendo a lo largo del proceso de enfermedad y curación, así como dotarles de estrategias y recursos para que sean capaces de afrontar las dificultades médicas y psicosociales que se van encontrando.

Algunos de los talleres que os presento ya se han realizado, pero tendrán nuevas fechas, por lo que si estáis interesados en alguno en concreto y ya se hizo no hay problema ya que se realizará nuevamente.

17 Octubre: REHABILITACIÓN POSTQUIRÚRGICA EN CÁNCER DE MAMA. PREVENCIÓN Y REHABILITACIÓN DEL LINFEDEMA.
Ponentes: Laura López González. Horarios: 11:00 y 18:00 horas

13 de Noviembre 2013: LA FAMILIA ANTE LA ENFERMEDAD. COMUNICACIÓN Y AFRONTAMIENTO.
Potentes: Lourdes Trillo Oteros. Horarios: 11:00 y 18:00 horas

19 de Noviembre 2013. TALLER DE SUELO PÉLVICO.
Ponentes: Inmaculada Santos García. Horarios: 11:00 y 18:00 horas

10 de Diciembre 2013: SEMINARIO DE ATM (ARTICULACIÓN TEMPOROMANDIBULAR).
Ponentes: Elena Cabezas Yagüe. Horarios: 11:00 y 18:00 horas.

12 de Diciembre 2013: TALLER DE RELAJACIÓN, CONTROL DE SÍNTOMAS Y CONTROL DEL DOLOR.
Ponentes: Lourdes Trillo Oteros e Inmaculada Santos García. Horarios: 11:00 y 18:00 horas

15 de Enero 2014: NUTRICIÓN, SALUD Y EJERCICIO FÍSICO.
Ponentes: Laura López González. Horarios: 11:00 y 18:00 horas.

13 de Febrero 2014: CÓMO MANEJAR EL ESTRÉS, AFROTNAMIENTO EN SITUACIONES DIFÍCILES.
Ponentes: Lourdes Trillo Oteros y Elena Cabezas Yagüe. Horarios: 11:00 y 18:00 horas.

13 de Marzo: AUTOESTIMA E IMAGEN CORPORAL, COLOCACIÓN DE PAÑUELOS Y MAQUILLAJE.
Ponentes: Laura López González y Lourdes Trillo Oteros. Horarios: 11:00 y 18:00 horas.

9 de Abril: LA VIDA EN PAREJA TRAS LA ENFERMEDAD Y SEXUALIDAD.
Ponentes: Lourdes Trillo Oteros e Inmaculada Santos García. Horarios: 11:00 y 18:00 horas.

7 de Mayo: CURADOS DE CÁNCER. EXPERIENCIA DE UNA PACIENTE. Ponentes: Lourdes Trillo Oteros. Horarios: 11:00 y 18:00 horas.

Lugar: Ruber Physios (C/Maldonado nº 52, 28006 Madrid)
Se ruega llamar para reservar asistencia gratuita: 91 111 93 10
También podéis poneros en contacto conmigo a través del blog o escribidme a lourdestrillo@gmail.com

     

Y para todo aquel profesional o personas con enfermedad que desconozcan los servicios asistenciales que proporcionamos los psicooncólogos a los pacientes y familias y que nos diferencia del resto de compañeros de la psicología o psiquiatría clínica, os los expongo a continuación:

- Programas de prevención y promoción de la salud (Programas para dejar de fumar, Programas Psicoeducativos de mejora de la calidad de vida...)

-  Evaluación clínica del estado mental y del nivel de adaptación a la enfermedad y a los tratamientos

-  Servicio de asesoramiento breve:
  • Prevención y tratamiento de reacciones de estrés asociadas a la enfermedad
  • Toma de decisiones y adscripción a pautas médicas
  • Problemas de comunicación con la familia y personal sanitario
  • Preparación a la cirugía, TPH y a procedimientos médicos invasivos
  • Problemas de pareja
-  Terapia psicológica: Tratamiento de los trastornos psicopatológicos, ansiedad, depresión u otros

-  Tratamientos asociados a la patología del cáncer, tratamientos y efectos secundarios
  • Control de náuseas y vómitos anticipatorios condicionados a la QT
  • Control de fatiga y malestar
  • Síntomas menopáusicos
  • Alteraciones en los cambios de imagen corporal y problemas sexuales
  • Dolor crónico y agudo
  • Fobias a los aparatos y a los procedimientos
-  Tratamiento y prevención del duelo complicado

-  Formación a personal sanitario en habilidades de comunicación y manejo emocional del paciente

Por lo que cualquier tipo de propuesta, sugerencia o interés escribidme y lo valoramos!!

martes, 11 de junio de 2013

¿NOS ENGAÑA EL CEREBRO?

La vida sería imposible si todo se recordase. El secreto está en saber elegir lo que debe olvidar
(Roger Martin Gard)

Nuestro recuerdo sobre la realidad no es real. El cerebro no reproduce las experiencias que vivimos de forma verídica, sino que confabula y falsifica lo que recordamos y pensamos sobre nosotros mismos. Como organismo vivo, es fruto de la selección natural y su finalidad principal no es mejorar la comprensión del mundo sino que sobrevivamos en él. Para ello, resulta más adaptativo una historia con sentido completo y en parte falsa, que otra coherente e incompleta. Filtramos aquello que necesitamos, que nos hace la vida más fácil y eliminamos la información irrelevante. Nuestras vivencias son en realidad una ilusión construida en nuestro cerebro, en base a nuestras actitudes, emociones, imaginación y experiencias.

El hipocampo tiene un papel importante en la formación de nuevos recuerdos de los acontecimientos experimentados, tanto episódicos como autobiográficos. Las personas que presentan lesiones en el hipocampo pierden la capacidad para construir nuevos recuerdos (memoria anterógrada), y a menudo afecta a los recuerdos anteriores a la lesión (memoria retrógrada).  En el Alzheimer, el síntoma inicial es la inhabilidad de adquirir nuevas memorias que va progresando hasta olvidar la propia noción de sí mismo.

Existen numerosos casos de procesos patológicos. El paciente H.M., en los años 50, se vio sometido a una cirugía para tratar sus crisis epilépticas. El resultado de la cirugía fue la extirpación de la amígdala, la mayor parte del hipocampo y la corteza parahipocámpica, en ambos hemisferios cerebrales. Después de la operación, H.M. conservó intactos todos sus recuerdos anteriores, pero todo lo vivido desde entonces no ha quedado registrado en su cerebro (memoria anterógrada). Su incapacidad le impide reconocer a las personas que se han interesado por él después de la operación y que le visitan regularmente. No ha aprendido sus nombres ni reconocería a ninguno de ellos si se los encontrara por la calle. Si una persona entra en su habitación, habla con él y adquiere cierta confianza, pero si sale y vuelve a entrar al cabo de unos segundos, el paciente le hablará como si nunca le hubiera visto antes.

Otro famoso caso fue el descrito por Sacks, el Hombre que confundió a su mujer con un sombrero, en el que Dr. P., músico y profesor de música, dejó de reconocer las caras, ni siquiera las familiares. Podía ver los elementos simples pero no relacionarlos entre sí, hasta el punto de que a menudo se dirigía hacia objetos y muebles por confundirlos con personas. En un momento dado va a ponerse su sombrero, y en vez de ello coge la cabeza de su mujer e intenta ponérselo como si ella fuese el sombrero. El Dr. P es una especie de ordenador que no reconocía visualmente las cosas sino que construía su mundo perceptivo mediante relaciones esquemáticas y otros rasgos distintivos.

Al margen de situaciones patológicas, en la población general también se producen sensaciones perceptivas, como el fenómeno Déjà vu o la experiencia de haber vivido un hecho completamente nuevo. Esto se produce por un retraso en el cerebro de fracciones de segundo en procesar la información, pero no en el almacenamiento en la memoria. Por eso, cuando la procesamos tenemos la sensación de que la estamos viviendo y recordando a la vez. El presente se hace pasado en nuestra cabeza.

Mediante los sentidos, el cerebro dialoga con el mundo externo, pero en muchas ocasiones la información que recibe es confusa y se producen los engaños cerebrales, creando una realidad lógica acorde a nuestros esquemas mentales. Por ejemplo, en un lugar donde hay mucho ruido, nuestro cerebro rellena los huecos auditivos y de esta manera nos permite mantener una conversación. Y también sucede en situaciones de alto estrés o cansancio, donde las entradas sensoriales son muy deficientes y pueden provocar alucinaciones en personas sanas.  Puede abarcar la memoria, pues los recuerdos son una mezcla de realidad y ficción. 

Los recuerdos se pueden recuperar gracias a la excitación eléctrica de ciertas neuronas. La activación de un grupo concreto permite recuperar un recuerdo. La transmisión de las señales eléctricas a través de las neuronas viene provocada a su vez por sustancias químicas llamadas neurotransmisores. Por tanto, la memoria está basada en la química y es un proceso que está en constante cambio. Las experiencias están codificadas en distintas partes del cerebro, en forma de cambios en la fuerza de las transmisiones sinápticas dentro de la red neuronal. La memoria son los cambios en el peso, en la fuerza de las sinapsis del cerebro.

La memoria no es un proceso unitario. Existen diferentes tipos de memoria. Las experiencias que registramos del medio se almacenan de forma limitada en el hipocampo y éste establece conexiones con distintas regiones de la corteza (cortex auditivo, cortex visual). Este tráfico neuronal es lo que se conoce como el proceso de consolidación. Los recuerdos tienen que ser consolidados y en este proceso intervienen el hipocampo y el cortex. Finalmente, los recuerdos abandonan el hipocampo y quedan fijados en la corteza. Así la memoria de la infancia está en el cortex y no depende del hipocampo. Por lo que en casos de extirpación o lesión hipocampal no perderíamos recuerdos, pero no podríamos crear nuevos.

Como proceso de adaptación existen aprendizajes y experiencias que no olvidamos y que permanecen siempre es nuestra memoria. Son aquellas que hemos adquirido mediante aprendizaje, pero que están automatizadas (memoria procedimental), por ejemplo montar en biclicleta. Esta memoria motora está sujeta a una estructura diferente, los ganglios basales y el deterioro es diferente al verbal, pues ayuda a compensar déficits y a sobrevivir.

Un cerebro eficaz filtra y elimina aquello que no le interesa, diferencia lo esencial de lo importante, y olvida. El fenómeno patológico caracterizado por la ausencia de olvido es la hipermnesia. La persona que lo padece es incapaz de olvidar cualquier hecho. No pretende querer recordar absolutamente todo, y por tanto no practica ningún proceso de memorización porque todos los recuerdos de su vida se almacenan en su cabeza de manera automática y obsesiva. Gran parte de su tiempo diario lo consume inevitablemente en rememorarlos, no lo puede evitar aunque quiera, permanece atado a su pasado de forma irremediable. Lejos de parecer un sueño para algunos se convierte el algo muy molesto para quien lo padece.

Os dejo este corto basado en el cuento de Jorge Luis Borges, Funes el Memorioso. Una persona incapaz de olvidar… 








jueves, 9 de mayo de 2013

ADICCIÓN AL SUFRIMIENTO EMOCIONAL


No os espante el dolor; o tendrá fin o acabará con vosotros (Séneca)

Todos conocemos o hemos oído hablar de personas que embaucan constantemente relaciones tormentosas y cuyo vínculo ocasiona para la persona más sufrimiento que el propio placer. De fuera, no logramos entender como algunas personas prefieren tener este tipo de relación dolorosa y únicamente salen de ella para entrar en otra igual o peor.

La adicción al sufrimiento, de la misma manera que la adicción a las drogas o al juego, genera el clásico patrón de compulsión repetitiva en el que la persona no puede lidiar con la falta de conflicto en la relación y la sabotea. La elección del sufrimiento como forma de vida supone algo normal y cómodo para estas personas, pues el cuerpo y la mente buscan constantemente la homeostasis, el estado de equilibrio, y para ellos viene representado por el dolor emocional y si no lo hay sienten amenazada su propia seguridad.

Generalmente, se da con mayor frecuencia en mujeres y entienden que el amor conlleva sufrimiento y son capaces de aguantar sin límites. Si no hay sufrimiento no hay relación, ni amor. Suelen sentirse atraídos por aquellas personas que saben que más daño le harán y que son emocionalmente inaccesibles. Los adictos emocionales están acostumbrados a vivir determinadas experiencias desde la infancia, por lo que crean situaciones para obtener esa experiencia de sufrimiento. Es la única forma de sentirse cómodos en su zona de confort. Pueden creer que necesitan cambiar pero no lo hacen.

La relación con los padres pudo ser fría, indiferente o abusiva. Las constantes reprimendas y castigos invalidaron los sentimientos del niño y acabó internalizando que el sufrimiento es amor. Las necesidades insatisfechas en la infancia conducen a la ansiada búsqueda de amor que no se recibió de los padres. Sin embargo, en un ambiente familiar donde está ausente el afecto también existen momentos de cercanía y cariño, al igual que sucede en las parejas, que también presentan cualidades atractivas y muestras de aprecio. Las conductas impredecibles de los padres, la cercanía y el rechazo, es lo que genera la dependencia en los hijos y éstos, de adultos, tratan de generar situaciones que susciten esa actitud afectuosa.

La persona con adicción al sufrimiento trata de buscar el amor que no obtuvo en la infancia, una necesidad inconsciente de volver a vivir las relaciones familiares tempranas, hasta lograr el dominio de la situación y cambiar el resultado final. La decisión inconsciente que toma es repetir su patrón de comportamiento una y otra vez hasta que lo consiga.

Llegan a creer que pueden cambiar a la otra persona “con su amor”, estando dispuesto a esforzarse más por complacer, haciendo todo aquello que creen que puede salvar la relación y que finalmente llegará la ansiada felicidad. Pero el problema no son los demás, sino ellos mismos. Es imposible buscar sosiego y paz cuando estamos buscando insistentemente vivir sólo aquellas experiencias que creemos nos hacen felices.


                                       

jueves, 14 de marzo de 2013

LA DEPRESIÓN EN LOS PACIENTES ONCOLÓGICOS (II)


Lo esencial es invisible a los ojos (El Principito, de Antoine de Saint-Exupéry)


La depresión en cáncer es un problema presente a nivel mundial que ha comenzado a estudiarse muy recientemente. Según la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard (Miovic 2007) el distrés emocional y los trastornos psiquiátricos son muy frecuentes en estos enfermos, sobre todo en etapas avanzadas de la enfermedad. Aproximadamente, el 50% de los pacientes presentan trastornos psiquiátricos, siendo la Depresión Mayor el más común.

Los factores de riesgo, causas y síntomas pueden variar respecto al diagnóstico en la población clínica. Los síntomas pueden pasar desapercibidos durante todo el proceso de enfermedad, ya que se “normaliza” el estado de tristeza que la persona siente a través del tiempo. Aunque se conoce la alta comorbilidad de la depresión en cáncer, son pocos los datos que existen acerca de cómo tratar y prevenir el problema.

Existen muchas causas que se pueden relacionar con la aparición del trastorno, no siendo el diagnóstico oncológico, sino los problemas familiares que pueden derivar de la nueva situación, las múltiples pérdidas a las que se ve sometida la persona y el fallecimiento de otros pacientes. Con el tiempo se va experimentando la pérdida de la autonomía, el deterioro de la imagen corporal, la pérdida de relaciones, el cambio en el estilo de vida, la pérdida de un proyecto futuro y la posibilidad de poner fin a la propia vida. Parece lógico pensar la alta vulnerabilidad que presenta el paciente para desarrollar un trastorno emocional.

En los enfermos hay que tener en cuenta no sólo el bajo estado de ánimo y la anhedonia,  también se refiere la mayor intensidad de síntomas somáticos y la presencia de menos síntomas de autorreferencia, respecto la población general. Resulta muy importante valorar el cambio comportamental, es decir, la tendencia al aislamiento, la poca cooperación en los cuidados y la hostilidad con familiares y sanitarios. Cuando el nivel de funcionamiento es menor del que cabría esperar según el estado físico salta la alarma.

La depresión en la enfermedad puede acentuar el número de quejas hipocondríacas y provocar problemas en la adherencia que puede dificultar el tratamiento. El estado avanzado de la enfermedad, el pesimismo respecto al futuro y la Depresión Mayor pueden potenciar la mortalidad. El grado de sufrimiento por la propia pérdida agoniza el proceso. La ideación suicida en pacientes paliativos está relacionada con la presencia de depresión y dolor. Si se tratan, disminuye en el tiempo.

Un diagnóstico precoz y un abordaje preventivo pueden facilitar el tratamiento. Un buen entrenamiento en comunicación al personal sanitario puede ayudar a disminuir el aislamiento del enfermo y la intensidad de su tristeza. Anticipar las necesidades y favorecer mecanismos de afrontamiento adaptativos facilitan la sensación de control y la implicación en la toma de decisiones médicas. Tratar la depresión requiere el trabajo conjunto de todos los especialistas. Otorgar dignidad al paciente e implicarlo dentro del proceso promueve su competencia y sentimiento de autonomía.




jueves, 28 de febrero de 2013

¿ES EL NARCICISMO AUTOESTIMA?


El amor a los demás y el amor a nosotros mismos no son alternativas en oposición. Todo lo contrario: una actitud de amor a sí mismo se encontrará en todos aquellos que son capaces de amar a los demás. (E. Fromm)

Habitualmente se confunde tener una buena autoestima con ser narcisista. Lejos de la realidad, el narcisista busca su propia autorrealización pero lo hace en la periferia de sí mismo. Lo hace en el exterior, en la imagen que proyecta en los demás, sintiendo miedo de profundizar en su interior porque le asusta lo que pueda descubrir. El narcisista está encantado consigo mismo, tanto que siente que los demás no son merecedores de su respeto y estima. Busca desesperadamente “espejos” en los que ver reflejados sus cualidades. Ama una imagen idealizada, pero que no es real.

En el perfil patológico se da una distorsión entre el yo real y el yo ideal. La constante autoexigencia y la búsqueda de la perfección les ocasionan angustia, tensión y sentimientos de vacío. El narcisista desconoce su identidad real y en consecuencia depende neuróticamente de su entorno, del impacto de su imagen o de su éxito profesional.

Hoy día, existe una elevada tasa de personalidad narcicista, en todos los sectores de la población, ya que el logro principal parece ser el éxito y todo aquello que tenga que ver con la imagen externa y la fachada. Resulta muy preocupante el hedonismo descontrolado y la excesiva importancia otorgada a todo lo material, en detrimento de los auténticos valores y el aprecio por las personas. El individualismo insolidario está generando de forma cada vez mayor trastornos de ansiedad, síntomas depresivos y trastornos alimentarios.

El narcicismo refleja despreocupación por los otros. Únicamente se interesa por el placer inmediato, aquí y ahora, mostrando falta de afecto e interés hacia otras personas, evitando cualquier compromiso vinculante a largo plazo. No es capaz de implicarse emocionalmente, mostrar empatía o sensibilidad. Todo lo que no le afecte de manera directa no tiene relevancia en su vida. Lo que importa es él mismo, su egoismo es máximo. Sin embargo, la persona que se autoestima se acepta tal cual es, con sus virtudes y limitaciones, tratando de fijarse metas realistas y afrontando con determinación los fracasos. Aprecia a los demás, se preocupa de establecer vínculos relacionales y no tiene miedo de profundizar en su interior, ya que lo que encuentra lo acepta como parte de la persona que es. Comprende un sistema de valores que reconoce como fundamentales para ser considerado persona.

El ser humano se encuentra integrado en su sistema relacional. Necesita vivir en interrelación con los otros, aceptándolos e integrándolos como parte fundamental del concepto de sí mismo. Se quiere y quiere. Contrariamente a lo que solemos pensar, el narcicismo no implica no querer nada a los demás y mucho a sí mismo, sino querer solamente la parte superficial y banal que conoce. Su egocentrismo es lo único que le permite.




   
                                      

lunes, 4 de febrero de 2013

DÍA MUNDIAL EN LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER


 Agárrate a la vida


Hoy 4 de febrero es  el Día Mundial de la lucha contra el Cáncer. Una enfermedad que no deja indiferente a nadie, ya que afecta a todos: NIÑOS, ADULTOS y ANCIANOS. Creo que es importante reflejar el avance médico en la detección precoz y en los tratamientos antineoplásicos. Aunque también quiero destacar que, por parte de las instituciones y organismos, la atención a las necesidades psicológicas es muy limitada. Existen muchas desigualdades entre comunidades, e incluso dentro de la misma comunidad autónoma. En muy pocos hospitales se encuentra el psicooncólogo integrado como unidad asistencial. La mayor parte de la atención se sigue dispensando a través de fundaciones y ONG’s.

El diagnóstico de una enfermedad oncológica y su tratamiento desestructuran la vida del paciente y su familia, ya que a pesar de los avances, sigue asociada a muerte y sufrimiento. Los pacientes se encuentran sometidos a importantes cambios amenazadores, entre los que se encuentran los directamente relacionados con su enfermedad y los efectos secundarios de los tratamientos, la angustia asociada a la incertidumbre, los tiempos de espera, el cambio en los roles del enfermo, la pérdida de ciertas capacidades funcionales y/o del trabajo, los cambios en la imagen corporal, el afrontamiento de la propia muerte y lo que ello conlleva.   

La percepción de amenaza, el miedo intenso y los sentimientos de desesperanza e indefensión están presentes en distintas intensidades a lo largo del proceso a los que el enfermo y su familia deben enfrentarse. Se considera que más del 50% de los pacientes muestran signos y síntomas psicológicos debido al elevado nivel de estrés al que deben hacer frente durante, y después de su enfermedad. Existe una situación de riesgo emocional para el desarrollo de reacciones emocionales desadaptativas y patologías psiquiátricas. Un 24% de los pacientes oncológicos presentan criterios diagnósticos para trastorno psicopatológico.

El estilo de afrontamiento y el nivel de ajuste o adaptación del paciente y su familia ante el cáncer va a depender de:

-          El grado de patología a nivel clínico.
-          os efectos de los tratamientos (cirugía, radioterapia, quimioterapia…).
-          El nivel y modo de información que recibe.
-          El apoyo social y los recursos ambientales.
-          Las competencias del paciente para hacer frente al estrés  y la disponibilidad de tratamiento psicológico.

Por ello, la línea de intervención psicológica tiene como objetivo facilitar la adaptación y mejorar la calidad de vida, intentando promover un adecuado afrontamiento por parte del enfermo y su familia durante todo el proceso de diagnóstico, tratamiento, seguimiento, recaída y final de la vida. Además de facilitar la adherencia terapéutica, implicando al paciente en la toma de decisiones médicas.

Los pacientes con cáncer tienen derecho al mejor tratamiento médico y al mejor cuidado. Y esto implica acoger sus miedos y preocupaciones. No huir de su sufrimiento y ayudarle a encontrarle un sentido a todo lo que están viviendo. Algo que parece tan sencillo, suele pasar desapercibido para los profesionales y familiares. El escuchar hablar del miedo a la muerte y de las preocupaciones sobre el futuro nos paraliza. En lugar de detenernos a escuchar continuamos con nuestra vida como si nada pasara, bloqueando cualquier tipo de emoción propia y de la persona enferma.  Tan importante es prevenir y curar como aliviar el sufrimiento y proporcionar el máximo bienestar.